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JUAN SCHLEYER BRANDT

El 21 de febrero de constitución abrieron por primera vez las fronteras de Chile para inmigrantes y la junta gubernamental decretó:

“Desde esta fecha en adelante los puertos de Valparaíso, Talcahuano y Coquimbo quedan abiertos al comercio libre de las potencias extranjeras, amigas y aliadas de la España y también de las neutrales”.

Los primeros alemanes que llegaron a Valparaíso demostraron de inmediato, su carácter enérgico para emprender en diferentes rubros, generando importantes empresas y negocios.  En el año 1823 fundaron el Club Alemán de Valparaíso, cronológicamente la primera institución chileno-alemana.

Hasta el año 1843 se habían instalado al menos una veintena de casas comerciales alemanas en el puerto e instituciones propias como un club social, una sociedad de beneficencia, una compañía de bomberos, una logia masónica, un colegio, una asociación de canto, un club gimnástico, un periódico y un cementerio.

Gracias a la ley de inmigración selectiva de 1845, cuyo objetivo fue traer a personas de un nivel sociocultural medio y alto a colonizar zonas del sur de Chile, comprendidas entre Valdivia y Puerto Montt, se inició la Colonización Alemana en Chile. Los inmigrantes alemanes lograron reactivar la economía nacional y cambiaron por completo el panorama de las zonas sureñas. Puerto Montt, junto a Valdivia y Osorno, son ciudades símbolo de la colonización alemana en Chile. Su gran líder, el alemán don Carlos Andwandter, proclamó a todos los colonizadores:

“Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere, defenderemos a nuestro país adoptivo uniéndonos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, contra toda opresión extranjera y con la decisión y firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia y a sus intereses. Nunca tendrá el país que nos adopta por hijos, motivos de arrepentirse de su proceder ilustrado, humano y generoso...”.

En 1850, Vicente Pérez Rosales[i], aventurero, minero, comerciante, hacendado, hombre de Estado, político y diplomático, fue nombrado por el presidente Manuel Montt como agente de la colonización alemana de Valdivia y Llanquihue. Su tarea fue organizar el asentamiento de los inmigrantes que llegaban a esas regiones.

Por el éxito de esta misión obtuvo el reconocimiento público y mejoró su fama, que hasta entonces era tenida por extravagante. Cinco años después, el gobierno premió sus servicios al país designándolo cónsul chileno en Hamburgo. Allí se valió de la experiencia acumulada para reclutar nuevos contingentes de inmigrantes europeos, cuyo interés intentó atraer con la publicación de textos de difusión que daban a conocer las bondades de Chile y de los proyectos de colonización que habían resultado exitosos.

Todo indica que Juan Schleyer Brandt inmigró a Chile a mediados del siglo diecinueve, y luego, en 1874, lo hizo su hermano Otto. Éste habría sido contratado como técnico de la cervecería de Juan. Acá, ambos  continuaron la  prestigiosa labor agrícola y comercial iniciada en Alemania por todos sus ascendientes de la línea paterna. Los Schleyer fueron dueños de tierras en Süderwisch por muchas generaciones. Esto les dio la categoría de campesinos libres. 

Johann nació el 12 de agosto de 1840, y Otto, en 1859, en Süderwisch, Cuxhaven (Groden) en el Norte de Alemania.  Sus padres,Johann Wilhelm Schleyer Fick y Lucia Christine Brandt Heisohn, vieron embarcarse a dos de sus hijos hacia los confines del planeta, ignrando el destino que les deparaba.. Sus hijas Emilie y Mary optaron por quedarse en Alemania.

Johann llegó a Valparaíso a mediados del siglo diecinueve. Como buen visionario, se estableció en Chillán, donde compró a crédito el campo “Los Coligües”. Se dedicó a la agricultura,  plantó viñas y llegó a cosechar 800 mil litros anuales de vino  que vendía preferentemente en el sur. Instaló en Victoria un depósito para distribuir el vino pipeño de su producción a Curacautín, Lonquimay, Angol, Galvarino, Los Sauces y otros pueblos.   La bodega  distribuidora se llamaba  “Viña Coligues”.

En la historia de Freire[ii]se relata que llegaron a esa ciudad, adinerados extranjeros provenientes de Alemania y Francia. Uno de los colonos que llamó la atención por su capacidad de trabajo, fue Juan Schleyer, el que incursionó con éxito en las actividades agroindustriales en el rubro de las destilerías, cerveceras y vitivinicultura y comerciales.

Fue propietario en el sur de aserraderos y una fábrica de elaboración de maderas especialidad en listones, molduras y cajones que desde el año 1858 funcionaba en Freire y con un mercado de ventas desde  Valdivia a Coquimbo. Además, fue dueño de extensos fundos en esa región de Freire; propietario de una gran Cervecería  en el Puerto de Coronel y de la casa comercial “Juan Schleyer y Cia”, fundada en 1864.

En 1874, con 34 años, se casó con la joven alemana Emma Helmkampff Oelkers, de diecinueve años, hija del banquero y hacendado Kart F. Gustav Helmkampff Karl y Fanny Oelkers. Su suegro, abogado y notario, fue  dueño de un banco en Hamburgo, el que perdió a raíz de una crisis bancaria que hubo en Europa. Logró salvar parte de su capital al enviarlo a su hijo Carlos a México,  quien acrecentó las arcas familiares.

En 1875, Juan Schleyer se instaló con su gran fábrica de cerveza en Chillán, la que junto a la H. De Lange y la de Hilper y Quintana, llegaron a producir 490.000 litros anuales, colocando a Chillán casi a la par con la industria valdiviana de los Andwanter (2.000 mil hectolitros en 1900).

Incapaz de administrar tantas tierras y negocios, en el año 1883 invitó a su sobrino Germán  Tamm Schleyer para que trabajara en la fábrica de cerveza y se hiciera cargo de la venta de vinos, como de la administración de los fundos Santa  Rosa de Adencul, Chacamo y Muncul que poseía en la región de la araucanía; AL año siguiente llega junto con su primo Carlos Jungjohann Schleyer, hijo de su hermana Emilie, el que se establece en Chillán. 

Juan y Emma tuvieron catorce hijos: Juan quien muere soltero, Óscar quien fallece en accidente ecuestre en Freire; Jorge casado con Emma Tepper; Francisco casado con Olivia Gasmuri; Gustavo Adolfo casado con Amalia Solar Gasmuri; Carlos Gustavo casado con Nora Springmüller; Emma quien fallece a los 4 años en Chillán; Eduviges casada con Carlos Osorio; Clarita casada con Paulino Alfonso; Elena casada con Alfredo Reichert; Carmen casada con Antonio Kind Munich; mi Fanny casada con Jungjohann Schleyer; Anita casada con Hugo Kahan y Otto.

 Su descendencia al año 2007 incluía cinco generaciones. Solo contabilizando tres de ellas se contaban 165 descendientes directos: 14 hijos, 37 nietos y 114 bisnietos.

En las leyendas familiares se cuenta que Carlos Jungjohann  Schleyer, siendo muy joven, tomó en brazos a su pequeña sobrina Fanny, hija de su tío Juan, y había dicho “con ella me casaré” y así fue. De su matrimonio se fundó una de las familias más importantes de Chillán, con diez hijos, quienes aportaron 33 bisnietos y más de cien tataranietos. Don Carlos tuvo como centro de operaciones los predios de Coligues y Nebuco, cercanos a Chillán Viejo y el fundo Schleyer al sur de Chillán, destacando en la modernización de la agricultura, desarrollando destilerías, molinos, industrias de alcoholes, vitivinicultura, ganadería fina y otros rubros innovadores. Don Carlos luego se trasladó a Talca, asociado a la industria cervecera junto a su tío Otto Schleyer y Cía.

En el año 1898 Juan Schleyer adquirió muchas tierras en el sur de Chile al participar en los remates de las hijuelas resultantes de subdivisiones de tierras fiscales de la Araucanía. Estas estaban  ya pacificadas e incorporadas al dominio de la república. Algunas se adquirieron con las utilidades de las ventas de vino, y otras con el dinero producto de una gran herencia que recibió su esposa Emma al morir su único hermano, soltero y sin hijos, quien estaba radicado en México. Por esas tierras, pagó entre un peso veinte a un peso cincuenta por hectárea. En esos años un buey maderero valía veinte centavos.

Por problemas serios de salud, Juan solía acudir a las termas de Chillan. En una ocasión, mientras tomaba baños de vapor se desmayó. Al caer, metió su mano izquierda sobre la entrada de vapor caliente, quemándose la mano. Amante de la música, a pesar de eso, siguió tocando el piano con su mano derecha.

Los médicos le aconsejaron  no pasar  más  inviernos en  Chile, por lo cual, durante  catorce  años viajó a Alemania,  siempre acompañado de su hija Carmen y otra de sus hijas, alternadamente.  Su casa en Cuxhaven era muy amplia y  bonita  con dos hectáreas de terreno,   donde  plantó  árboles  frutales y creó un hermoso jardín con muchas coníferas y rosas  de palo alto, como en el fundo Los Coligües, en Chillán.

Al estallar la guerra en 1914 requisaron  la mitad  de la casa de Cuxhaven para acuartelamiento de combatientes. Los  primeros alojados fueron oficiales muy cultos y educados,  y en  la puerta  de la casa  había en forma permanente un guardia,  el que presentaba armas cada vez que alguien de la familia entraba o  salía. Posteriormente  en  vez  de oficiales, acuartelaron  soldados  cada vez  más rústicos  y menos cultos,   y cuando empezó  el desabastecimiento  de alimentos,  un soldado se comió el gato negro regalón de la familia, generando mucha indignación.

 

En el libro “La Colonia Alemana en Chile, de 1920, en página 200 y 201, se lee:

“El distinguido hombre de negocios don Juan Schleyer lleva una residencia en el país de más de 50 años, y su fortuna y la magnitud de las empresas que acomete, corren parejas con el tiempo que permanece ya en plena actividad. Posee tres viñas que rinden una producción anual no inferior a 2.500,000 litros, los que se conservan en fudres y cubas que varían en tamaño desde 3000 hasta 100.000 litros por vasijas. Las Bodegas que la Firma tiene en Chillán ocupan un espacio de 18000 metros cuadrados y otro tanto mide, las que posee en Coligues.

Los vinos embotellados se venden en el mercado bajo en nombre de: “Viña Coligues”, siendo sus especialidades las marcas “Steinwein”, “Riesling”, “Blanco” y “Semillón”. El negocio principal de esta Viña consiste en la venta de vinos envasijados por carros completos.

En el sur posee la Firma varios aserradores que trabajan con maquinaria a vapor, mientras que la tracción en los fundos que la misma tiene en el centro, es eléctrica (a turbinas).

El señor Juan Schleyer es dueño también de los dos fundos denominados “Coligues” y “Quilpón”, propiedades de una quinientas cuadras cada una, totalmente cultivadas y dedicadas a viñas, siembras, potreros para ganadería, etc. Estos dos fundos están avalados por el fisco en $1200, 000; tienen como estación y puertos más próximos la de Nebuco y el de Talcahuano; Ocupan como trescientos trabajadores y es su dirección postal a la casilla 119, Chillán.

La sección que la Firma tiene en  Chillán administra, además, los Fundos “Libuy”, situado en la Estación Santa Clara, y el titulado “Santa Emma” , en la Estación Bariruca, los dos para agricultura y ganadería; el primero especialmente con viñas; y el segundo con aserraderos.

Esta Firma posee también propiedades en la frontera (Estación Freire) y con las descriptas (aunque de un modo tan rápido como incompleto), darán al lector una idea de laboriosidad de su propietario.

 

En el mismo texto, en la página 334 se lee:

“El distinguido hombre de negocios Don Juan Schleyer es el propietario de los aserraderos y Fábrica de elaboración de maderas que desde el año 1858 funcionan en Freire. Dueño es también este mismo señor de varias otras propiedades en la misma comuna, por lo que, y en atención a sus prendas personales, es en la región, uno de los hombres más conocidos y apreciados. L

La Fábrica propiamente dicha, montada con la perfección que en la actualidad se encuentra, produce anualmente de 600 a 800 mil cajones, según la clase; y entre los elementos con que cuenta para la elaboración, figuran: un motor a vapor, sistema alemán, de 100 H.P. y hasta 15 ,máquinas diversas, alemanas y americanas; el valor de estas es de 100.000 pesos y el de la propiedad ocupada por la industria, de una extensión de cuatro cuadras de doscientos mil.

La Firma, cuya dirección postal es Casilla Nº1, ocupa en esta industria a dos empleados y 50 operarios y tiene como mercado de ventas desde  Valdivia a Coquimbo. Gerente de la Fábrica es don Alfredo Reichert; la especialidad de la misma son los listones y molduras. La Firma tiene producción propia, especialmente de maderas de raulí.

El Señor Juan Schleyer posee además de la fábrica mencionada, los siguientes fundos: “Santa Ana” en Freire; “El Sueño” en Villarrica; “Moncul” en Puerto Saavedra; y los llamados “Chamaco” y “Las Praderas” en Ranquilco; El “Santa Ana” de una extensión de tres mil hectáreas, teniendo la estación del mismo nombre dentro del fundo está avalado en 873.750 pesos. “EL Sueño”, departamento de Temuco, novena subdelegación, Allipén, con 1900 hectáreas, está avaluado por el fisco en 273.000 pesos; “El Moncul” en el departamento de Imperial, con extensión de 1500 hectáreas avaluado en 409500 pesos; “Chamaco” y “Las Praderas” encuéntrense en el mismo departamento anterior; tienen una extensión de 6.500.010 hectáreas, con un avalúo de 650.000 pesos. En estas propiedades, todas bajo la gerencia de don Carlos Schleyer, abundan la producción de trigo, avena, papas, forrajes, etc., así como la crianza de animales finos y vacas lecheras “Holstein” y “Allgaüer”.

Juan Schleyer Brandt falleció el 10 de julio de 1925, a los 80 años y está sepultado en el mausoleo familiar  del cementerio municipal de Chillán, junto a su hermano Otto, a su hija Fanny, su esposo Carlos e hijos Erika, Alfredo, Francisco, Ernesto y cónyuges.

 

RECONOCIMIENTOS PARA  JUAN SCHLEYER BRANDT

 

Juan Schleyer Brandt dejó huellas en Chile, no solo a través de su innumerable descendencia, sino que por su gran aporte en aquellas comunidades donde tenía propiedades, negocios y tierras.

En un listado de las principales viñas chilenas en el año 1897 se mencionan a la viña Mercedes de Otto Schleyer en Talca  y  la viña Colihues de Juan Schleyer en Chillán. Los dos hermanos supieron emprender como sus ancestros alemanes, y fueron un ejemplo para todos sus descendientes, hasta el día de hoy.

 

En Chillán:

-Avenida Juan Schleyer,  donde se encuentra la Biblioteca Arturo Matte.

-Retén de Carabineros Schleyer, el que  ya no existe.

-El nunca construido Parque Schleyer[iii], para lo cual Juan Schleyer donó 9 hectáreas, y que continúa existiendo en la memoria de sus descendientes.

-Viñas Los Colihues donde ahora, en el sector El Alto, se emplaza “El Mirador de Los Colihues”. Después de muchos años de ser la casa patronal de Juan Schleyer Brandt y luego de su hija Fanny Schleyer y familia, esta casona abre sus puertas – en lo que antiguamente eran las bodegas - para recibir a quienes desean disfrutar de las bondades que ofrece el campo chileno. El ahora Restaurant, aledaño a la casa principal que data del año 1940 están en una colina rodeada por árboles centenarios, desde donde aún se puede observar a lo lejos la casa de Ricardo Jungjohann Schleyer vendida hace muchos años.

 

En Freire (IX - Araucanía):

-Avenida Juan Schleyer: donde la comunidad tiene la oportunidad de asistir en febrero a la muestra campesina de Freire, con la participación de productores de distintos ámbitos productivos y artesanos de la Comuna de Freire.

-Complejo Educacional Juan Schleyer (Municipal -6163): Avenida Villarrica 283,  email Consejo Escolar:  juansch@ctcinternet.cl,  fono (45)399620.

-Biblioteca Pública N° 113 A, Juan Schleyer Brandt, Pedro Camalez 137, Teléfono: 45-391082, Fax: 45-391082, email: b113bc1@abretumundo.cl.

-Club Deportivo Juan Schleyer, Proyecto: Actividad Física y Salud.

 


[i] En http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/index.asp?id_ut=vicenteperezrosales(1807-1886).

[ii] Enwww.laaraucania.cl/turismo-com_freire.htm

[iii] Diario La Discusión de Chillán, Sábado 10 de enero de 2004, Descendientes de Juan Schleyer, “Queremos que se respete el sentido de la donación”  - Diario La Discusión en Línea, Viernes, 30 de julio de 2004, Descendencia de Schleyer se oponen a venta de Pabellones”

    Juan Schleyer: el éxito de la industria del vino y la cerveza

      2010-02-05 Un papel importante han jugado los inmigrantes en Chillán

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